Nadie es maestro de espiritismo.

Imagen de portada: mujer, si por tanto como profesora, frente a una pizarra. En la imagen, una ampliación proyectada de Allan Kardec y sus obras.
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Imagen de portada: Foto de andrea piacquadio en el pexels

La Doctrina Espírita ha sufrido mucho por culpa de individuos que piensan que, porque leer Kardec, que es bastante diferente de estudiar y entender Kardec, que requiere de otros saberes, debidamente contextualizados, como es el caso del Espiritualismo Racional— creen que pueden ponerse en la posición de enseñar, a tu manera, qué es el Espiritismo y, peor aún, cómo son los conceptos y temas que ni siquiera fueron abordados o desarrollados en el espacio de tiempo en que el Espiritismo se desarrolló como debe ser: como ciencia.

Ver: El Espiritismo es una ley natural. Como tal, siempre ha existido y siempre existirá y, de esta ley, conocemos sólo una pequeña parte, la doctrina denominada Espiritismo. Sin embargo, reconocer que sabemos muy poco sobre esta ley de la naturaleza no significa que lo que sabemos sea inválido y, en ciertos aspectos, concluyente, siempre que esté muy bien fundamentado, con certeza, en conceptos doctrinales. Significa simplemente reconocer que la ciencia espírita no está concluida, sino que es la base, así como los estudios de Isaac Newton sirvieron de base a la Física.

Nuestro papel primero debe ser el de un estudiante humilde, porque, la mayoría de las veces, ni siquiera comprendemos todos los conceptos brillantemente desarrollados por Allan Kardec en sus obras. De hecho, sabiendo que sus dos últimas obras, O Céu e o Inferno y A Genesis fueron manipuladas y que el Espiritualismo Racional y el Magnetismo fueron casi borrados por el tiempo, tenemos que reconocer que aprendimos mucho mal y que dejamos de aprender tanto otros.

Lo que tenemos hoy, en general, es un conocimiento muy escaso y superficial, además de muchas veces tergiversado, del Espiritismo “contenido” en las obras de Kardec. Por si fuera poco, dejando a Kardec en el olvido, empezamos a admitir como doctrinales otros conceptos que, en la mayoría de los casos, no pasaron por el tamiz de la razón, ni por el control del método científico, tan bien desarrollado por el codificador. . Y, armados con toda esta falta de conocimiento, muchos han querido dictar el Espiritismo, según sus visiones y concepciones. Por eso, de lo que no estamos seguros, porque no hay nada concluyente en el Espiritismo, no podemos decir nada, aunque podemos decir, paradójicamente, que muchas certezas, que persisten hoy en el movimiento espiritista, no son exactos, como la existencia del umbral.

No vamos mucho más allá. Nuestros textos y estudios están llenos de notas y ejemplos de todo lo dicho anteriormente. Terminamos reafirmando: no somos docentes, sino alumnos, y nunca nos cerraremos a reevaluar cualquier idea o contenido que resulte ser erróneo o incompleto, según una irrefutable e irrefutable lógica de hechos que, tal vez, tenemos. llegar a no entender o saber completamente.

Eso es todo, por el bien de humanidad, a la que invitamos a todos.

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