
Y esta resistencia, ¿cómo va?
Sí, lo sé: leer novelas e historias sobre lugares fantásticos es muy ameno y activa la imaginación. Pero, ¿será que la ausencia de los estudios de Kardec, prefiriendo las novelas, no se debe también a una resistencia de su parte, ligada, quién sabe, a un poco de orgullo al imaginar que posee la verdad?