que es falso<\/a>.<\/p>\n\n\n\nTe dejo el art\u00edculo completo para tu lectura:<\/p>\n\n\n\n
El espiritismo en las prisiones<\/h2>\n\n\n\n
En la Revista de noviembre de 1863 publicamos una carta de un recluso detenido en un penal, como prueba de la influencia moralizante del Espiritismo. La carta que se transcribe a continuaci\u00f3n, de un preso en otra prisi\u00f3n, es un ejemplo de esta poderosa influencia. Es del 27 de diciembre de 1863. Lo transcribimos textualmente, en cuanto a estilo. S\u00f3lo corregimos errores ortogr\u00e1ficos.<\/p>\n\n\n\n
"Se\u00f1or,<\/p>\n\n\n\n
\u201cHace unos d\u00edas, cuando me hablaron por primera vez del Espiritismo y de la revelaci\u00f3n de ultratumba, me re\u00ed y dije que eso no era posible. Habl\u00e9 como una persona ignorante, que lo soy. Algunos d\u00edas m\u00e1s tarde tuvieron la amabilidad de confiarme, en la horrible situaci\u00f3n en que me encuentro ahora, su buen y excelente Libro de los Esp\u00edritus. Al principio le\u00ed algunas p\u00e1ginas con incredulidad, sin querer, o m\u00e1s bien sin creer, en esta ciencia. Finalmente, poco a poco y sin darme cuenta, le fui tomando cari\u00f1o; luego lo tom\u00e9 en serio; Luego le\u00ed tu libro por segunda vez, pero luego con un esp\u00edritu diferente, es decir, con calma y con toda la poca inteligencia que Dios me dio.<\/p>\n\n\n\n
\u201cSent\u00ed entonces el despertar de esta antigua fe que mi madre hab\u00eda puesto en mi coraz\u00f3n y que hab\u00eda estado dormida durante mucho tiempo. Sent\u00ed el deseo de aclararme sobre el Espiritismo.<\/p>\n\n\n\n
A partir de ese momento tuve un pensamiento muy determinado, el de tomar conciencia, aprender, ver y luego juzgar. Me puse a trabajar con toda la creencia que se puede tener y que se debe tener en Dios y su poder. Quer\u00eda ver la verdad.<\/p>\n\n\n\n
Rec\u00e9 fervientemente y comenc\u00e9 los experimentos.<\/p>\n\n\n\n
\u201cLos primeros fueron nulos, sin resultado, pero no me desanim\u00e9. Persever\u00e9 en mis experiencias y, palabra m\u00eda, redobl\u00e9 mis oraciones, que tal vez no fueron lo suficientemente fervientes, y me sumerg\u00ed en la obra con toda la convicci\u00f3n de un alma creyente y expectante.<\/p>\n\n\n\n
\u201cDespu\u00e9s de algunas noches, como s\u00f3lo puedo realizar los experimentos de noche, sent\u00ed, durante unos diez minutos, un temblor en las yemas de los dedos y una ligera sensaci\u00f3n en el brazo, como si hubiera sentido correr un peque\u00f1o chorro de agua tibia, que se detuvo en el pez. Entonces me encontr\u00e9 bien sereno, todo atento y lleno de fe. Mi l\u00e1piz traz\u00f3 unas l\u00edneas perfectamente legibles, pero no lo suficientemente correctas como para impedirme creer que estaba bajo el peso de una alucinaci\u00f3n. Luego esper\u00e9 pacientemente la noche siguiente para comenzar nuevamente los experimentos, y esta vez agradec\u00ed a Dios de todo coraz\u00f3n, ya que hab\u00eda obtenido m\u00e1s de lo que me atrev\u00eda a esperar.<\/p>\n\n\n\n
\u201cDesde entonces, cada dos noches, soy agasajado por los Esp\u00edritus que tienen la bondad de responder a mi llamamiento y, en menos de diez minutos, responden siempre con caridad. Escribo media p\u00e1gina o p\u00e1ginas enteras que mi inteligencia no podr\u00eda hacer sola, porque, a veces, son tratados filos\u00f3ficos y religiosos que nunca he pensado ni puesto en pr\u00e1ctica; porque me dijo, ante los primeros resultados: \u00bfNo eres juguete de una alucinaci\u00f3n o de tu voluntad? Y la reflexi\u00f3n y el examen me demostraron que estaba muy lejos de esa inteligencia que hab\u00eda trazado esas l\u00edneas. Baj\u00e9 la cabeza, cre\u00ed, y no pod\u00eda ir en contra de la evidencia a menos que estuviera completamente loco.<\/p>\n\n\n\n
\u201cEnvi\u00e9 dos o tres de estas comunicaciones a la persona que tuvo la amabilidad de confiarme su buen libro, para que pudiera confirmar si ten\u00eda raz\u00f3n. Vengo a pedirle, se\u00f1or, usted que es el alma del Espiritismo, que tenga la amabilidad de permitirme enviarle lo que obtengo seriamente en mis conversaciones de ultratumba, si, sin embargo, le parece bueno. Si esto es de su agrado le enviar\u00e9 las conversaciones sostenidas con Verger, el que hiri\u00f3 al arzobispo de Par\u00eds. Para asegurar que el manifestante era \u00e9l mismo, evoqu\u00e9 a San Luis, quien respondi\u00f3 afirmativamente, as\u00ed como a otro Esp\u00edritu en el que tengo mucha confianza, etc\u2026\u2026\u2026\u2026\u2026\u201d<\/p>\n\n\n\n
Las consecuencias morales de este hecho pueden deducirse por s\u00ed mismas. He aqu\u00ed un hombre que hab\u00eda abjurado de toda creencia y que, herido por la ley, se encuentra confundido con la basura de la sociedad. Este hombre, en medio del pantano moral, volvi\u00f3 a la fe. Ve el abismo en el que ha ca\u00eddo; se arrepiente; reza y, digamos, \u00a1ah! Ora con m\u00e1s fervor que muchas personas que muestran devoci\u00f3n. Para ello, s\u00f3lo necesit\u00f3 leer un libro donde encontr\u00f3 elementos de fe que su raz\u00f3n pod\u00eda admitir, que revivieron sus esperanzas y le hicieron comprender el futuro. Adem\u00e1s, lo que llama la atenci\u00f3n es que al principio ley\u00f3 con cautela y su incredulidad s\u00f3lo fue superada por el predominio de la l\u00f3gica. Si tales resultados se producen mediante una simple lectura, hecha, por as\u00ed decirlo, en secreto, \u00a1qu\u00e9 ser\u00eda si a ella se le pudiera a\u00f1adir la influencia de las exhortaciones verbales!<\/p>\n\n\n\n
Es bastante seguro que, en el estado de \u00e1nimo en el que se encuentran hoy, estos dos hombres (ver el hecho relatado en la edici\u00f3n de noviembre pasado), no s\u00f3lo no incurrir\u00e1n en ninguna conducta reprobable durante su detenci\u00f3n, sino que entrar\u00e1n el mundo con la resoluci\u00f3n de vivir all\u00ed honestamente.<\/p>\n\n\n\n
Considerando que estos dos culpables pudieron ser conducidos nuevamente al bien por la fe que encontraron en el Espiritismo, es evidente que si hubieran tenido esa fe anteriormente, no habr\u00edan cometido el mal. Por lo tanto, la Sociedad est\u00e1 interesada en propagar una doctrina de tan gran poder moralizante. Esto es lo que empezamos a entender.<\/p>\n\n\n\n
Otra consecuencia que se desprende del hecho relatado es que los Esp\u00edritus no son detenidos por las cerraduras y que van al fondo de las c\u00e1rceles a buscar sus consuelos.<\/p>\n\n\n\n
Por tanto, no est\u00e1 en el poder de nadie impedir que se manifiesten de una forma u otra. Si no es escribiendo, ser\u00e1 escuchando. Se enfrentan a todas las prohibiciones, se r\u00eden de todas las prohibiciones, cruzan todos los cordones sanitarios. \u00bfQu\u00e9 barrera, entonces, pueden oponer los enemigos del Espiritismo?<\/p>\n
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