valle de los suicidios<\/a>\u201d(que no es un lugar, como muchos piensan). Cada caso es diferente. Y, al fin y al cabo, es un error, como tantos otros. No hay nada de \u201cpecado mayor\u201d o \u201ccrimen mayor\u201d ante Dios. Dios no cobra.<\/p>\n\n\n\n\u2013 Recuerdo, finalmente, que el estudio serio de la Doctrina Esp\u00edrita en su originalidad, alejada de los dogmas religiosos del pecado, de la ca\u00edda y del castigo, ligada a su inseparable hermana gemela \u2013 la ciencia del Magnetismo \u2013 llev\u00f3 y lleva a muchos no creyentes a razonado y recuperar el \u00e1nimo para la vida.<\/p>\n\n\n\n
\u2013 la Doctrina Esp\u00edrita no es una doctrina de ideas falsas, sino una Doctrina que devuelve al Esp\u00edritu la responsabilidad de s\u00ed mismo, de su autonom\u00eda y de su conciencia.<\/p>\n\n\n\n
\u2013 Adem\u00e1s, creo que la mejor manera de ayudar a alguien en un estado de depresi\u00f3n o abandono es demostrar que:<\/p>\n\n\n\n
1. No est\u00e1 siendo castigado por nada. Dolores y tristezas, alegr\u00edas y placeres son parte*de importancia<\/strong>*, y todos pasamos por ellos. La felicidad, sin embargo, es la conquista del Esp\u00edritu, que camina hacia el bien y la superaci\u00f3n, mientras que la infelicidad es el resultado de las imperfecciones, desarrolladas por acciones aut\u00f3nomas y conscientes del Esp\u00edritu, ligadas a las sensaciones, placeres y pasiones. Un Esp\u00edritu feliz tambi\u00e9n pasar\u00e1 por el dolor y la tristeza en la carne, pero esto no definir\u00e1 su estado de felicidad o infelicidad. Por lo tanto, para alcanzar la felicidad y la paz interior, necesitamos aprender y colocarnos, con toda honestidad, bajo constante an\u00e1lisis de nosotros mismos, buscando desvincularnos de aquellos factores que nos llevan a las imperfecciones, recordando que equivocarse y aprender es algo, todos lo hacen en el proceso de aprender, mientras cometer errores y aferrarse a los errores, en un esfuerzo consciente, por placeres y pasiones, es el gran problema.<\/p>\n\n\n\n2. Las dificultades a las que se enfrenta son a veces el resultado de elecciones equivocadas, incluso en esta vida. Otras veces, se plantean como pruebas, con el fin de ayudar a superar una imperfecci\u00f3n. De todos modos, son oportunidades que hay que afrontar, y el conocimiento esp\u00edrita ayuda *demasiado<\/strong>* en este proceso.<\/p>\n\n\n\n3. Interrumpir una vida a trav\u00e9s del suicidio directo o indirecto solo causar\u00e1 sufrimiento*moral<\/strong>* durar m\u00e1s, porque, como tiene su origen en las imperfecciones, s\u00f3lo cesar\u00e1 cuando \u00e9stas sean superadas, mediante un esfuerzo aut\u00f3nomo y consciente.<\/p>\n\n\n\n4. Intentar ayudar a alguien a superar las ideas de suicidio a trav\u00e9s del miedo, que surge de las ideas falsas, es un error, porque la persona que se cree desafortunada o incluso pecadora ya est\u00e1 desesperada. En cambio, es necesario buscar ayudarla a razonar sobre la utilidad de cada segundo de la vida encarnada para precisamente superar las imperfecciones que le impiden ser verdaderamente feliz.<\/p>\n\n\n\n
Hay que tener cuidado y estudiar mucho. Las falsas ideas est\u00e1n ligadas a nuestra educaci\u00f3n esp\u00edrita desde hace m\u00e1s de un siglo, pero no son parte original de la Doctrina.<\/p>\n\n\n\n
Finalmente, destaco la pregunta 957, de El libro de los esp\u00edritus, que apunta a una conclusi\u00f3n muy importante:<\/p>\n\n\n\n
\n957. \u00bfCu\u00e1les son, en general, en relaci\u00f3n con el estado del Esp\u00edritu, las consecuencias del suicidio?<\/em><\/p>\n\n\n\n"Las consecuencias del suicidio son muy diversas.<\/strong>. No hay sanciones espec\u00edficas.<\/strong> y en todos los casos corresponden siempre a las causas que la produjeron. Hay, sin embargo, una consecuencia de la que el suicida no puede escapar: la decepci\u00f3n<\/em><\/strong>. Pero la suerte no es igual para todos; depende de las circunstancias<\/strong>. Unos expian la falta inmediatamente, otros en una nueva existencia, que ser\u00e1 peor que aquella cuyo curso interrumpieron.\u201d<\/p>\n\n\n\nLa observaci\u00f3n realmente muestra que los efectos del suicidio no son siempre los mismos. Hay algunas, sin embargo, comunes a todos los casos de muerte violenta y que son consecuencia de la interrupci\u00f3n s\u00fabita de la vida. Est\u00e1, en primer lugar, la persistencia m\u00e1s prolongada y tenaz del lazo que une el esp\u00edritu al cuerpo, ya que este lazo est\u00e1 casi siempre en la plenitud de su fuerza en el momento en que se rompe, mientras que en el caso de la muerte natural se desvanece gradualmente. se debilita, y a menudo se disuelve antes de que la vida se extinga por completo. Las consecuencias de este estado de cosas son la prolongaci\u00f3n de la perturbaci\u00f3n que sigue a la muerte y de la ilusi\u00f3n en la que, durante m\u00e1s o menos tiempo, el Esp\u00edritu sostiene que pertenece todav\u00eda al n\u00famero de los vivos. (155 y 165.)<\/em><\/p>\n<\/blockquote>\n\n\t\t\t
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